Circo en Crisis

    Han transcurrido 5 meses de crisis sanitaria en Chile y es crucial reflexionar la situación actual de las artes circenses. Este ensayo pretende mostrar una realidad diversa y descentralizada del circo contemporáneo, por esta razón, la investigación se fundamenta en distintas regiones: Circo la Cuarta Estación (IV), Carpa Azul Circo (V), Circo Social Quetralmahue (VI), Circo Frutillar (X) y Circo Balance (RM). 

La realidad del circo contemporáneo en Chile

Galia Arriagada Reyes

 

Para empezar, se despliega una reseña de cada circo para contextualizar sus orígenes, el levantamiento de espacios, los enfoques culturales y la trayectoria. En seguida, el planteamiento de tres temáticas que atraviesan la realidad de estos circos en plena pandemia: el cierre de espacios, la audiencia y el formato virtual, como resultado de las entrevistas a los representantes de cada circo, quienes relataron cómo vivencian esta situación crítica. A modo de reconocimiento por la colaboración y buena disposición, mis agradecimientos a: Gonzalo Peralta de Circo La Cuarta Estación, Patricio Giro de Carpa Azul Circo, Andrés Díaz de Circo Social Quetralmahue, Josefina Hevia de Circo Frutillar y Pablo Garrido de Circo Balance.

El circo contemporáneo tiene dos grandes pilares en el país, uno es el desarrollo formativo de las técnicas circenses para aficionados y/o profesionales, el otro, vinculado a la creación que fomenta los espectáculos y su circulación. Hago esta acotación porque la llegada del COVID-19 remeció ambos pilares y cada uno de los circos expuestos, ha tenido que paralizar su trabajo, o bien, reinventarse.

 

Circo La Cuarta Estación 

Se origina por la fusión de Circo Kalendero (La Serena) y la Agrupación juvenil de Plaza de las Américas (Coquimbo) en el año 2012. A partir de las gestiones con la Municipalidad de Coquimbo y la empresa Ferronor, logran instalarse en las ex bodegas de la antigua estación de trenes de Coquimbo, espacio que habilitaron para la práctica circense. Actualmente es un equipo de 10 personas más un grupo variable según los proyectos a desarrollar, conformado por circenses, bailarines, actores, músicos, técnicos, diseñadores y gestores culturales. Se encuentran a cargo de 15 programas culturales con 90 actividades, capacitaciones internas en diversas áreas, por ejemplo, formación y perfeccionamiento artístico es un programa anual que cuenta con la incorporación de Luciana Mosca, destacada artista y docente circense, quien ha sido fundamental para el desarrollo profesional del equipo. Por otro lado, los diseñadores escénicos fueron seleccionados en el Programa de formación en diseño escénico Teatro Puerto. En cuanto a los programas dirigidos a público, destacan: Circo para Todos, Circo en Terreno, Inclusión social y Semillero. “Suena agobiante el trabajo, pero hacemos lo que nos gusta y allí no existe el cansancio” dice Gonzalo Peralta, director ejecutivo del colectivo. Sin olvidar el trabajo de la compañía La Cuarta Estación, que ya cuenta con 3 obras de circo estrenadas: Cirkubrick (2018), Añañuca (2019) e Infinito (2020). La icónica imagen del payaso con cubrebocas fue creado por Claudia Tardito, diseñadora del equipo.

 

Carpa Azul Circo 

Surge en un contexto de ocupación entre varias compañías en la ex cárcel de Valparaíso, una vez expulsados del lugar, se trasladaron a las canchas de básquetbol del auditórium Manuel Guerrero en Cerro Barón, allí se concreta un vínculo con la comunidad, en constante diálogo y actividades con organizaciones sociales del barrio. Carpa Azul se ha caracterizado por ser un espacio de circulación de las artes circenses a nivel nacional e internacional, se ha definido una articulación con otras regiones del país, del mismo modo, una red latinoamericana (en especial con Argentina, Brasil y México), asimismo, artistas y/o colectivos europeos. El Festival Valparaíso Circo es la instancia de encuentro donde se evidencia la red de circo contemporáneo transfronteriza, gracias a la gestión del equipo multidisciplinario de Carpa Azul, un grupo de 12 personas aproximadamente, este año cumplen el décimo aniversario de trayectoria, tanto de Carpa Azul como Valparaíso Circo porque son procesos simultáneos, Pato Giro comenta que “el amor por el circo y la pasión por el arte” son las razones que han trascendido una década de trabajo. Aparte de ser una plataforma que reúne espectáculos, también se desarrollan talleres y seminarios de prácticas circenses durante el año, por lo que hay una sólida labor pedagógica que beneficia a los vecinos del Cerro Barón y personas interesadas de distintas localidades de Valparaíso. Debido a un temporal en el pasado mes de junio perdieron la carpa que ya tenía 10 años de utilidad, por lo que hay un llamado urgente a colaborar con la campaña para adquirir una nueva.

 

Circo Social Quetralmahue

Los inicios se remontan a una agrupación de malabaristas en 1998, y después de un receso de varios años, Andrés Díaz toma la decisión de formar un circo social llamado Quetralmahue (palabra mapuche que significa “señales de fuego”) en la localidad de Rengo. Primero, surge la Escuela de Circo en medio de una población, impartiendo clases de aéreo, clown, zancos y acrobacia de piso, luego fueron creciendo con proyectos de talleres que involucraban a 8 comunas, más tarde la carpa bautizada La Carmencha se instala cerca de la ex estación de trenes de Rengo, lugar en donde ha permanecido hasta hoy. Se ha consolidado un equipo actual interdisciplinar de 11 personas, que han trabajado en el fomento de la enseñanza, creación y difusión de circo contemporáneo, con énfasis en generar vínculos comunitarios, las labores socioculturales se desarrollan en la carpa y fuera de ésta, puesto que tienen programas en alianza con centros educacionales públicos, poblaciones y distintos sectores rurales, “estamos bien posicionados en la región, somos un espacio único y cumple con equipamiento profesional” dice Andrés. Por otro lado, la compañía Quetralmahue se ha presentado con la obra Víctor desde el año pasado y ahora se encuentra en proceso creativo para una nueva obra tras adjudicarse un Fondart.

 

Circo Frutillar

Fundación Mustakis en conjunto a Fundación PLADES y la Municipalidad de Frutillar impulsaron la iniciativa Circo Frutillar, siendo copartícipe la ONG Circo del Mundo Chile para el traslado de monitores de circo. La propuesta consistía en un taller intensivo de 15 días y tras el éxito de la convocatoria, se materializa la primera versión dirigida a niños y jóvenes en el año 2014. Desde entonces, una trayectoria de 6 años que ha beneficiado alrededor de 500 personas, sumándose la alianza con Fundación Teatro del Lago y redes internacionales de circo para la programación de espectáculos, además de una convocatoria para integrar profesores extranjeros. El equipo está constituido por 5 personas, tres cargos estables correspondientes a gestión, producción y psicología, en suma, a una dupla de formadores de circo con una dinámica rotativa. Los talleres de circo se desarrollan en un ciclo anual y finalizan con la presentación de un espectáculo abierto a la comunidad, el rango etario de los alumnos varía entre los 7 y 23 años, quienes acceden a la formación circense sin ningún costo, las clases se imparten en el Gimnasio de la Escuela Claudio Matte, donde aprenden técnicas aéreas, malabarismo y acrobacia.

 

Circo Balance

La compañía Circo Balance resulta de un proceso de perfeccionamiento en escuelas de circo profesionales internacionales, una vez en Chile surge la oportunidad de utilizar las dependencias de la Corporación Aldea del Encuentro, trabajando en docencia y en las creaciones del colectivo. Hasta ahora, cuentan con 6 obras: La Gravedad de Newton (2005), Entre millones (2008), Transeúntes (2011), Magic Circus (2014), Movimiento Sagrado (2014) e Impulso (2017), ésta última reestrenada el año pasado en el Centro Cultural Matucana 100. En cuanto a los talleres y seminarios, tienen un mayor enfoque al circo aéreo, por esta razón crearon el Centro de Artes Aéreas (CAA) que posee la infraestructura e implementos necesarios para otorgar una enseñanza de calidad y totalmente segura para el oficio circense. Por una parte, el elenco varía de acuerdo a los proyectos de creación, por otro lado, el equipo de formación es reducido. Cientos de alumnos han pasado por las enseñanzas de Circo Balance, y el mismo director Pablo Garrido explica que “entrenan jóvenes y/o adultos con el objetivo de quedar seleccionados en escuelas extranjeras” por esta razón, este circo se ha posicionado como un referente local, puesto que una de sus cualidades es la internacionalización de la práctica, y a su vez, por ser una compañía de circo santiaguina que ha itinerado con montajes a lo largo de Chile y con algunos espectáculos fuera del país. Cabe señalar que fueron los responsables de la iniciativa Festival de Circo La Reina, el cual contó con 3 versiones hasta el 2016. En el presente, continúan ubicados en la Aldea del Encuentro, comenzaron ocupando las áreas libres y el Teatro Aldea, posteriormente, un gran hito fue la construcción del CAA, arquitectura personalizada que se concretó gracias a la Municipalidad de La Reina y los Fondos de Infraestructura Cultural.

 

Se comprende que lo anterior es una presentación breve de cada circo, ahora bien, debemos revisar la contingencia frente a la crisis sanitaria, es decir, cómo han enfrentado el advenimiento de la pandemia. Aunque todos tengan una realidad particular, hay ciertas convergencias que se pueden observar: el cierre de espacios, la audiencia y el formato virtual.

 

I. Cierre de espacios

La gravedad del COVID-19 derivó en el cierre obligatorio de los espacios culturales, a continuación, comentaré cuáles fueron las acciones de cada circo respecto a este acontecimiento. Circo La Cuarta Estación cerró su sede a público, sin embargo, para llevar a cabo los programas que ya estaban confirmados, el equipo optó por hacer auto-confinamiento para trabajar en el espacio sin riesgos, se organizaron creando un protocolo grupal y una residencia distribuida en tres departamentos, con el compromiso de evitar el contacto físico con personas ajenas al grupo y cumplir con el rendimiento de los fondos estatales. Carpa Azul se encuentra sin lona, de alguna forma esto es positivo, ya que al encontrarse al aire libre podría acceder público cuando se haga la reapertura, pensando a futuro, porque Valparaíso aún se encuentra en confinamiento. Quetralmahue está cerrado, actualmente 65 casos de contagio se suman a las cifras oficiales de Rengo, por ende, continuará en ese estado. La localidad de Frutillar también continúa en confinamiento, de manera que el gimnasio no puede abrir para el desarrollo de los talleres, cabe destacar que Circo Frutillar no cuenta con un espacio propio, sino que utiliza el gimnasio de una escuela. Por último, la comuna de La Reina pasó a la etapa de transición, se encuentra libre de la cuarentena obligatoria, sin embargo, Circo Balance desde marzo cerró el CAA y hasta el momento se mantendrá en esas condiciones, sí, el plan a futuro es la realización de las actividades formativas con un grupo restringido de profesores y alumnos, al aire libre en la Aldea del Encuentro.

Por lo visto, todos los circos suspendieron sus actividades, a excepción de La Cuarta Estación, que continúa trabajando de manera hermética en su sede, desde allí cumpliendo con los programas mediante modalidad virtual para los beneficiarios. El resto de los circos, tuvo que cerrar sus carpas o espacios de entrenamiento, en consecuencia, la cancelación de espectáculos, asimismo, la imposibilidad de dictar talleres de circo presencialmente, en resumen, una doble pérdida de ingresos, produciendo el desempleo de formadores y la nula ganancia por eventos planificados. Esta es una situación que atañe a las artes escénicas en general, reafirmando el estado de precariedad del sector, el país ya cruzaba un período de inestabilidad desde octubre del 2019 y la crisis sanitaria la polarizó con mayor fuerza. Se formó la Red Nacional de Artes Escénicas con 54 organizaciones y las políticas culturales no han mejorado con un plan de emergencia concreto por parte del gobierno, ya que el 80% de los trabajadores de la cultura tienen un empleo independiente y con el cierre de espacios se torna compleja la reactivación laboral.

De los cincos circos de este ensayo, solo uno recibe fondos públicos y privados, se trata de Circo Frutillar. En cambio el resto, trabaja día a día la autogestión, postulando a fondos concursables, contando con un sueldo mensual en base a las clases de circo, creando eventos, generando redes para la circulación de obras, haciendo gestiones con municipalidades para obtener algún tipo de financiamiento o apoyo en actividades dentro de la comuna, en fin, activando espacios, lo que requiere de una planificación a corto, mediano y largo plazo, en consecuencia, si la autogestión ya era difícil, ahora en esta situación de pandemia lo dificulta más. Por ejemplo, recién el año pasado Carpa Azul logró el comodato por una década, es decir, por fin hay una tranquilidad respecto al terreno donde están instalados, ya que tienen la aprobación de la Municipalidad de Valparaíso para quedarse en las canchas hasta el 2029, pero el circo debe permanecer cerrado por motivos de confinamiento, así también, hace falta la carpa, por lo que el cierre del espacio imposibilita poder conseguir los $8.000.000 que necesitan para comprar una lona nueva. La pandemia solo acentúa la ausencia de un modelo cultural capaz de solventar una emergencia que afecta transversalmente a los artistas y agentes culturales, la fragilidad laboral del circuito escénico se debe en gran parte al cierre de espacios y por esta razón es crucial idear futuros posibles que cuenten con soluciones concretas de financiamiento, porque aunque los circos estén detenidos, hay que hacer mantenimiento de los lugares y la implementación, al igual que los teatros, salas y centros culturales.

 

II. Audiencia

La audiencia entendida en distintos niveles: primero los espectadores, de quienes depende la co-presencia para hacer del circo un arte vivo; segundo, los alumnos de las escuelas de circo, quienes cuentan muchas veces con un espacio de contención en la práctica artística, que se nutren del diálogo con sus formadores, y de trabajar en equipo con sus compañeros de clase; los elencos que trabajan constantemente en procesos creativos para planificar y presentar obras de circo, el encuentro con los colegas desde el entrenamiento, los trabajos de mesa, las experiencias de los eventos, etc. Entender la audiencia como la relación con otro, y que el circo contemporáneo es un arte bastante colectivo, se puede observar en las graderías, en los talleres y en los colectivos circenses, es un oficio que implica varios roles para poder desenvolverse.

Quisiera distinguir una iniciativa que se origina en medio de la pandemia, consiste en la Red Circo Sexta, conformado por Los Mismos Circo Show, Miopía Circo, Malabares Comazero, Cifra Juggling, Mr. Patín, Huberta y Masrrondo, Familia Carromatto, Polpaico, Circo del Mar, Nury y Vito, Circo Machalí, Circo Social QuetralMahue, TriCirco, Colectivo Artístico Línea Continua, Teatro Circo Mínimo. Se han organizado de manera gremial con la finalidad de alcanzar representatividad circense en la sexta región, apoyarse y vincularse desde distintas localidades, además de una labor creativa y pedagógica en modalidad online, también señalan la importancia de la autogestión, el trabajo colaborativo y la unificación en red que ha sido favorable. La Red Circo Sexta demuestra ser una alianza de circos dado por la contingencia, aquella articulación se generó por la urgencia de movilizarse y accionar en conjunto, frente a una pandemia que ha precarizado las condiciones laborales. Sin duda, esto es bastante positivo porque no es solo pensar el circo desde el espectáculo, sino también en terreno político, surge una audiencia entre colectivos para dialogar, debatir y proponer.

Después de este reconocimiento a una red numerosa y regional, es necesario reflexionar acerca de la audiencia en un marco de creación, preguntarnos si en tiempos de pandemia ¿existe el espectador de circo?, ¿cómo lo vivencian los cuerpos de los formadores circenses y de sus alumnas/os?, ¿qué pasa con los lazos personales entre los integrantes de una compañía?, ¿cómo nos relacionamos experimentando el confinamiento en casa? Son preguntas que apuntan hacia la audiencia directamente, a la comunicación, al intercambio de ideas, emociones, sensaciones, el circo es una experiencia estética y la pandemia también ha puesto en crisis la experiencia propiamente tal. Los formadores tienen que adecuar sus casas o departamentos para poder ejercitarse, por su parte los alumnos de manera individual entrenan las técnicas menos riesgosas, ya sea por falta de implementación o de espacio para la práctica. La mayoría de las compañías de circo se fragmentan a causa del confinamiento, en el sentido que se imposibilita la reunión presencial del equipo, aunque, existen colectivos que residen y crean juntos, en esos casos excepcionales donde la vivienda también es el espacio de creación, el cuerpo pareciera crear un intersticio ajeno a la contingencia sanitaria, ya que sigue su rutina en el encierro. Otro tema interesante, consiste en el distanciamiento escénico, se amplía al punto de estar el público en sus casas, los artistas detrás de una pantalla, en efecto, la noción de copresencia se desdibuja y tensiona la esencia de las artes vivas.

“Por copresencia física se entiende más bien la relación de cosujetos. Los espectadores son considerados parte activa en la creación de la realización escénica por su participación en el juego, es decir, por su presencia física, por su percepción y por sus reacciones. La realización escénica surge, pues, como resultado de la interacción entre actores y espectadores” (Ficher-Lichte, 2014:65)

Si leemos detenidamente la cita de Erika Fischer-Lichte, ella habla de una presencia física, por lo mismo, es difícil asumir que la audiencia de circo, o de cualquier otra arte escénica, sea validada como tal, si actualmente la única posibilidad de ver un espectáculo es mediante Internet, donde carece de ambos cuerpos, del público y los cirqueros. Ser espectadora implica estar en sentada en medio de un público, entrar en el rito del silencio antes de la función, ser parte de las exclamaciones colectivas de asombro y el aplauso final, comentar la obra una vez vista. A diferencia de las transmisiones virtuales, donde se remarca la individualidad del espectador, donde se pierde la interacción entre los artistas y la audiencia, donde no compartes reacciones con el público que te rodea, al menos que haya un conversatorio posfunción online.

En síntesis, el encuentro de las distintas audiencias, entre artistas y espectadores, profesores y alumnos, integrantes de un colectivo es dado el cuerpo físico, por eso hay nostalgia del tacto, de conversar frente a frente, de crear o entrenar en el mismo espacio, en otras palabras, de compartir un acontecimiento.

 

III. Formato Virtual 

Desde mi punto de vista, el formato online ha sido una medida forzada por parte de los agentes del circo, porque una manera de generar recursos es impartir clases virtuales, exhibir espectáculos con una tarifa determinada o un aporte voluntario, sin embargo, todos sabemos que se trata de una disposición adaptativa debido a las circunstancias de emergencia. Conversando con Pablo Garrido, director de Circo Balance, él me cuenta que prefirió cerrar el área formativa porque es imposible enseñar aéreo por medio de plataformas virtuales, a su vez, el perfeccionamiento de la técnica requiere de un acompañamiento presencial. En cambio, Circo Frutillar comenzó a impartir clases en modalidad online una vez por semana desde abril, sumada a una reunión mensual con los alumnos, con el objetivo de hacer un seguimiento del proceso educativo. Del mismo modo, Circo La Cuarta Estación contrató el servicio de Zoom para poder cumplir con los programas que son financiados por el Ministerio de las Artes y algunas entidades gubernamentales de la cuarta región, asimismo, la plataforma se ha convertido en una herramienta útil para la transmisión de obras y conversatorios, tales como Añañuca, la leyenda y el documental de la obra Infinito filmado por Plan F, por cierto, cabe mencionar el excelente trabajo de diseño realizado por Claudia Tardito, la creadora de los collage expuestos en las redes sociales. Por su parte, Carpa Azul Circo no ha utilizado internet para la formación circense, pero sí al transmitir funciones virtuales, Pato Giro explica que están dedicados a crear contenido digital para activar las redes sociales más adelante y planificando cómo realizar la décima versión de Valparaíso Circo. En el caso del Circo Social Quetralmahue filmaron un documental titulado Al mal tiempo, buena carpa, en suma, a las varietés en conjunto con Red Circo Sexta.

En relación a lo anterior, cada circo adopta en menor o mayor medida la utilización de plataformas virtuales, en mi opinión, Circo La Cuarta Estación y Frutillar lideran bastante, ya que ambos tienen programas definidos, en pleno funcionamiento y mantienen las redes sociales actualizadas. A pedido de Fundación Mustakis, Circo Frutillar creó una serie de tutoriales, por otra parte, se realizó con éxito el ciclo de conversatorios Circo, un arte multidisciplinario, la gestora y coordinadora Josefina Hevia detalla: “fue una idea del equipo para poder enriquecer la formación tanto de nuestros alumnos como de la audiencia interesada, de modo de poder seguir formando a distancia y aportando en la línea de una formación integral.”, fueron tres encuentros, con la invitación de connotados artistas nacionales: Álvaro Morales (teatro), Rodrigo Latorre (música) y Sonia Araus (danza), los cuales se encuentran en el canal de YouTube de Fundación Mustakis.

Se suele asumir que el uso de Internet es accesible a todas las personas, y en realidad no todos tienen un ordenador o un celular de última tecnología, asimismo ocurre con la cobertura, a veces la conexión falla y aparecen interferencias, o simplemente ya no pudiste seguir viendo la clase u obra porque la señal no tuvo alcance en ese momento. La carencia de tecnología suma una nueva carencia para los alumnos de escasos recursos, que no tienen dinero para costear un dispositivo con datos móviles, ni contratar wifi en el hogar. Si hablamos de circo contemporáneo, creo que el circo social tiene mayor contacto con esta realidad porque justamente trabaja con niños y jóvenes que viven en un contexto de vulnerabilidad, en ambientes familiares con problemas de drogadicción y alcoholismo, allí el circo se convierte en un espacio contenedor, de intervención comunitaria y educación artística, por lo mismo, ese espacio se pierde evidentemente por el confinamiento, a su vez, por la privación de tecnología.

En el año 2012, el Consejo Nacional de las Culturas y las Artes publicó Percepción de las audiencias sobre las Artes Circenses en RM, el estudio arrojó que el circo contemporáneo santiaguino se caracterizaba por la invisibilidad, ya que la audiencia tiene una imagen de circo que se delimita al circo tradicional, circo internacional (Cirque du Soleil, Chino y/o Ruso) y las manifestaciones callejeras, por consiguiente, el nuevo circo o circo contemporáneo no se percibe como propuesta artística, según el informe, hace 8 años atrás pasaba inadvertido. No obstante, hoy con el aumento de conexión a Internet, uno de los efectos más notorios del confinamiento, las redes sociales de circo contemporáneo se han vuelto más activas y están logrando un posicionamiento en el ciberespacio, son una vitrina de difusión del trabajo artístico, en ese sentido, Internet sí es una ventaja, además de posibilitar el encuentro y vínculos con artistas circenses del extranjero, se ha hecho habitual la producción de charlas sobre circo contemporáneo entre redes latinoamericanas, ya sean escuelas, compañías o teóricos de circo. Retomando el informe del CNCA, la pregunta a la audiencia ¿cómo se entera de las funciones?, Internet resulta tener el mayor porcentaje con un 75,6%, esto afirma que la gente “busca estos espectáculos especialmente por Internet”. Si antes de la pandemia, Internet era el soporte por excelencia para saber la cartelera circense, deduzco que actualmente esa cifra ha incrementado, ya que entre circos se recomiendan entre sí, por ejemplo, Circo La Cuarta Estación transmite una obra, Quetralmahue y Carpa Azul difunden el evento, y así viceversa, diversificando la información, teniendo un mayor alcance, con nuevos seguidores, etc. En resumen, Internet ha otorgado mayor visibilidad al circo contemporáneo.

 

    Desde mi punto de vista las conclusiones son diversas. La primera certeza es la valoración del circo como arte viva, luego ser conscientes de la importancia de los espacios circenses, del mismo modo pensar la audiencia en cuanto a la interacción social, el diálogo, el encuentro, y en distintos planos, tales como los colectivos, la docencia, y los espectadores. Ver los pro y contra de la tecnología frente a la crisis sanitaria, reconocer que existe una mayor visibilidad del circo contemporáneo mediante las redes sociales, pero, también hay falencias, por ejemplo: la pérdida de la experiencia presencial, a veces tener fallas de señal y la situación de pobreza sin el recurso de Internet. Para finalizar, en los últimos 20 años se ha consolidado el circo contemporáneo a nivel nacional; Circo Balance se instala en la Corporación Aldea del Encuentro (2004), Carpa Azul activa el circo nacional e internacional en Valparaíso desde la ocupación de la ex cárcel (2010), La Cuarta Estación habilita bodegas antiguas para la práctica circense en Coquimbo (2012), Circo Frutillar surge gracias al apoyo de distintas instituciones (2014) y Circo Social Quetralmahue emerge en Rengo (2014), si bien Santiago es el foco inicial desde los años 90´, en regiones se potencia hace una década y ojalá el crecimiento del circo contemporáneo se siga expandiendo una vez que finalice esta crisis sanitaria.


Bibliografía


Entrevistas 

Andrés Díaz (Quetralmahue), Pablo Garrido (Circo Balance), Patricio Giro (Carpa Azul Circo), Josefina Hevia (Circo Frutillar) y Gonzalo Peralta (Circo La Cuarta Estación), durante agosto del 2020. 



Lecturas 

Centro Nacional de las Cultura y las Artes. Percepción de las audiencias sobre las Artes Circenses en RM, Santiago: 2012. Formato PDF, disponible en: 

https://www.cultura.gob.cl/wp-content/uploads/2013/06/estudio-percepcion-audiencia-sobre-artes-circenses-RM.pdf

Fischer-Lichte, Erika. Estética de lo performativo. Madrid: Abada Editores, 2014. 



Sitios Web y Redes Sociales 


Circo La Cuarta Estación 

https://www.circolacuartaestacion.cl/
Facebook: Circo La Cuarta Estación /Instagram: circolacuartaestacion



Carpa Azul Circo

https://www.carpazulcirco.com/
Facebook: Carpa Azul Circo / Instagram: carpazulcirco

Circo Social Quetralmahue

Facebook: Circo Social Quetralmahue / Instagram: quetralmahue


Circo Frutillar 

https://www.fundacionmustakis.org/circo-frutillar/
Facebook: Circo Frutillar / Instagram: circofrutillaroficial 


Circo Balance

https://circobalance.cl/
Instagram: circobalance

Red Nacional de Artes Escénicas
Instagram: rednacionalartescenicas

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