Jorge Olivares // Brasil

Creo que el ser itinerante está muy presente en la vida circense”

 

Itinerantes es un espacio destinado a aquellos artistas circenses que decidieron migrar hacia nuevos países en busca de nuevos desafíos, otros espacios y generar nuevas historias.

 

En este número, destacamos a Jorge Olivares Arcos, artista de circo egresado de la Escuela de Artes Circenses de El Circo del Mundo. Ejecutor de disciplinas como Acróbata, Cyr wheel, Banquinas y Mano a Mano, quien decidió partir en el año 2013, gracias a la invitación de sus amigos, quienes lo impulsaron a aceptar una nueva aventura: Trabajar en cruceros.

 

Nacido en Santiago de Chile y actualmente radicado hace dos años en Santos, Brasil, resume en una palabra sus mayores dificultades al momento de vivir lejos: Raíces. La idea de establecerse en un lugar y generar vínculos, se transforman en obstáculos.

Y la dualidad de vivir fuera, lo positivo: «El clima es una de las cosas que me más me agrada en Brasil, pasar un día de junio con 30 grados en la playa creo que hace mucha diferencia».

 

¿Por qué tomaste la decisión profesional de trabajar en el extranjero? 

«En el Año 2013, dos amigos circenses del barrio, Fabian Vásquez junto con Vladimir me contactaron para que les hiciera clases de acrobacia para un proyecto de espectáculo en una empresa de cruceros, finalmente acabe siendo parte del proyecto y formamos la compañía “Kit de 3”, así comenzó nuestro viaje como circenses marineros. 

Más que una decisión creo que estaba en el momento y lugar correcto. Suerte, nose como llamarlo, había finalizado la Escuela de Circo, estaba con mucha energía de experiencias nuevas. Creo que el ser itinerante está muy presente en la vida circense. 

Se presentó esta oportunidad en mi vida y la acepte, soy de los que creen en que las oportunidades pueden aparecer en cualquier momento, pero es importante que estar preparado para tomarla. Fue un momento de mucha incertidumbre mezclada con ansias de emoción y altas expectativas, era la primera oportunidad que tuve de salir de Chile con mi arte.  Estuve 5 años en esta empresa, con contratos de 7 o 8 meses y volviendo para Chile 1 o 2 meses».

 

 

Sus años de cruceros le permitieron conocer el mundo, alrededor de 60 ciudades y 25 países, y con más de 600 presentaciones en el cuerpo, Olivares destaca esta etapa de su vida como un lugar donde adquirió mucha experiencia sobre los escenarios y de crecimiento profesional. Esta oportunidad laboral también le facilitó visitar lugares turísticos, tomar cursos en otros países y conocer a su actual pareja «Conocí a mi compañera de locuras y vida». 

 

Los inicios de Jorge con el circo tienen comienzo en su enseñanza media, gracias a un programa de Circo Social implementado por Circo Ambulante, lo que le bastó para tomar la decisión de estudiar circo: «Suficiente para apasionarme por el circo, sus destrezas, su estilo de vida, sus compañías, circo es vida».

 

 

¿Te acuerdas del momento exacto? 

«Estaba en duda si estudiar Sonido o Circo. Mi monitor de circo me habló de El Circo del Mundo (CDM) y asistí al egreso de ese año: SubZirco. Cuando acabó el espectáculo ya había tomado la decisión de lo que quería para mi vida, al año siguiente se abrieron las audiciones de la escuela del CDM y postulé».

 

¿Qué recuerdos atesoras de la época en la Escuela de Artes Circenses del CDM?

«Las clases de acrobacia en la carpa, los fríos días de lluvia, don Miguel y su cafecito a las 8 am. A la rigurosa Sonia Araus (sin duda nos exprimió como un limón), la metodología Rusa de Ruslan, la Japonesa de Ai Shoji, la Cubana de Sayuyin y Camilo, a Oscar Contreras llegando en su bici, a Agustín y su buen ánimo ante las adversidades, y el camino del apocalíptico Chile en Miniatura para llegar a la carpa». 

 

Desde su egreso, Jorge nos relata que junto a su formación en el CDM y su paso por los cruceros, otro de sus mayores logros fue formar parte de una superproducción en Brasil, el musical infantil “Turma da Monica”, una marca ícono dentro de la cultura Brasileña, en donde el trabajo fue muy exigentes a nivel técnico.

Jorge destaca que al ser una producción de gran nivel, esta le permitía solo enfocarse en su desempeño de ejecución de técnica, en la cual tenía soporte de fisioterapia, preparador y gimnasio.

 

 

¿Cuáles crees tú que son las mayores diferencias de hacer circo fuera de Chile? 

«Veo que en Chile se ha construido un gran desarrollo social en el circo, han crecido muchas escuelas y espacios. Con muy poco se ha construido muchísimo. 

 

Contraparte en el área artística, son contado con los dedos de la mano la cantidad de producciones de espectáculos de nuevo circo que existen en Chile, lo que prácticamente obliga a los artistas escénicos a buscar otras fronteras. De alguna forma tiene que existir un incentivo mayor hacia las artes en general, necesitamos más directores, coreógrafos y productores, para que sea un campo que un intérprete circense pueda desenvolverse. 

Son procesos lentos y que van de la mano de cómo se desarrolla un país.

Es un tanto negativa la comparación al hacerla con grandes potencias como Francia o Canadá, que más allá de ser los pioneros en Nuevo Circo, tienen un desarrollo económico sólido como país. Brasil es un exponente latinoamericano muy fuerte en el área artística, los musicales son muy fuertes en Sao Paulo y Río de Janeiro, la industria privada por otra parte invierte también al desarrollo cultural por las leyes de cultura, tiene un incentivo muy grande al deporte, aunque este último gobierno tiene una visión diferente a lo que se estaba haciendo la última década».

 

 

Estallido social producido en Chile el pasado octubre 2019, no solo repercutió a los que vivimos en el país, Jorge como quizás todos los chilenos radicados en el extranjero, vivieron ese proceso y momento desde la distancia, pero con un pensamiento y una visión al respecto. Como artistas, como chilenos, como cirqueros, como personas.

 

La impotencia de Olivares de mirar todo desde «afuera» y percatarse de la censura de contenidos o de la violencia ejercida, le permitió tener una crítica como espectador: «Impotencia de saber que estaban todos mis colegas y amigos en las calles resistiendo y pidiendo un Chile más justo y yo de cierta forma solo de observador (…) La primera semana se vivió mucha censura, noticias eran bloqueadas, las redes sociales también parecían estar intervenidas, y para qué hablar de las noticias fake… De a poco se fueron esclareciendo los abusos policiales y la violenta, la represión hacia los manifestantes, el aumento de personas con daño ocular. Con el pasar del tiempo fueron ganando protagonismo en los noticieros extranjeros. Recuerdo estar terminando un show y tomar mi teléfono y ver que había declarado estado de emergencia y toque de queda, la de cierta forma la ruptura de la democracia, se me pusieron los pelos de punta me quede frio…»

 

Jorge tiene una postura clara, él quiere y desea una nueva constitución: «Un chile más justo, con educación y salud de calidad, con más arte y desarrollo Humano.Creo que es algo que ya está en la gran mayoría, que la clase trabajadora tenga más acceso. No endeudarse para estudiar, no endeudarse para tener salud. Que mis viejos tengan una pensión equivalente y real a sus 30 o 40 años trabajados».

 

Con respecto al aporte que pueden generar las artes escénicas en presencia de los procesos sociales, Olivares comenta: «Las manifestaciones artísticas son el reflejo de la historia de los que está ocurriendo. No solo el circo, sino que las artes en general, es una carta a la reflexión, para nosotros artista que somos comunicadores, me parece que seriamos algo así como el altavoz de la sociedad».

 

¿Qué mejoras crees que necesitan las artes circenses en Chile? 

«Que los estudios de circo tengan un carácter académico. Aumentando el consumo de espectáculos circenses, generando mayores incentivos para artistas y productores».

 

Actualmente Olivares trabaja de forma independiente junto a su compañera, en la creación de un espectáculo y al mismo tiempo en eventos corporativos en Brasil, y no descarta la idea de volver a Chile: «Me gustaría pasar alguna temporada o vivir algún proceso de creación de espectáculo, al fin al cabo estamos a solo 4 horas de distancia».

 

Fotos gentileza de Jorge Olivares

Revisa la versión PDF aquí ITINERANTE

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