Pensando Circo – Marco Paoletti

 Me defino como un artista, me defino como un artista de circo, me defino como malabarista, me defino como un acróbata, me defino como un productor de circo. Me defino como un apasionado de la vida, como un viajero, me defino como un facilitador de saberes, me defino como un educador y me defino con el nombre que me pusieron padres, Marco Paoletti.

¿Qué es el circo?  Para mí es un acuerdo entre locos. El circo es lo que es y lo que hacemos con él. El circo cuando le hablamos a la gente, cuando nos hablamos  a nosotros mismos es como que nos lleva a un lugar de ensueño, a un lugar de la infancia muchas veces. Hoy por hoy, buscando en el imaginario colectivo argentino, latinoamericano y si se quiere mundial, quiere  decir algo muy distinto en cada uno de estos grupos sociales/culturales. No es lo mismo, lo que es el circo para una persona que para otra, para mí, que para vos y acá está el tema desde lo que es la etimología de la palabra, circus (círculo en latín), desde cómo se origina, hasta lo que es hoy por hoy. Trabajando con niños y con niñas, cuando le pregunto que hay en el circo, me dicen: Payasos. Hay algo muy profundo en este imaginario colectivo del tema de los payasos, a los que yo aprendí a llamar clown, entonces el circo para mi es este acuerdo entre locos, el circo para mi es hacer posible lo imposible todos los días y el circo está en el imaginario de cada uno y de cada una de nosotros,  el circo es lo que es y lo que hacemos con él.

Hay una frase que se usa en Inglaterra que dice me fui con el circo (Gone with the Circus) pensando el circo como algo que está fuera del sistema, como un espacio lúdico, onírico. Acá en Argentina cuando se habla de un hecho “desordenado, caos, desorganizado” se dice: “esto es un circo” y eso lleva a un imaginario. Hay frases como “el tiempo pone a cada reina en su trono y a cada payaso en su circo”, “el circo sigue mientras haya quien aplauda a los payasos”, “el tigre y el león pueden ser los más fuertes pero el lobo no trabaja para el circo”, “pan y circo”, etc. En cada cultura se ve de una manera absolutamente distinta, como también quien vive y trabaja en un circo lo ve de manera distinta. Mientras que alguien que lo ve de afuera te dice no te vayas con el circo, de que vas a vivir. Desde esos lugares recuerdo el libro de García Márquez cien años de soledad, cuando aparece el circo en un momento y habla de que hay un hombre que tiene muchos tatuajes y eso sorprende a “todo el pueblo”, en cuanto a que había llegado algo nuevo/diferente; que interesante como aparecen los “Freak shows”, la mujer barbuda, el hombre lobo, el hombre gigante, los enanos, los raros… El circo eran (somos) los locos, los diferentes, los rebeldes, los que tenían alguna destreza, algún “superpoder” por decirlo hoy así. El circo duele y nosotros sonreímos, al estar agarrado de un aéreo, desde alguna parte del cuerpo, de parecer ligeros/ ligeras, el riesgo, el circo tiene riesgo dentro de sí. El ser humano en destreza es parte del circo, el circo es lo que hacemos con él y está bien repetir para poder procesarlo y aprender con el tiempo. Como en el poema de Parménides: “Lo que es, es y lo que no es,  no es”. Aprendemos eso con el tiempo, se le puede decir circo-teatro, teatro acrobático, manipulación de objetos… Hay tantos nombres hoy para seguir nombrando, cosas que ya se hacían. El circo es innovación, es tradición, el circo es familia, existe una familia internacional de circo. Como el otro día cuando tengo la posibilidad de ir a ver uno de los circos acá en Argentina, que me dicen: “Vos Marquito anda y decí que sos de circo, y ahí te van a dejar pasar gratis, el circo es una gran familia”, me emocionó que me tomen como un familiar, por compartir valores, por compartir códigos, por compartir saberes, el circo es conocimiento (tradición), el circo es pasar información y es gracias a que el circo se comenzó abrir en épocas de democracia en Argentina es que hoy hay tantas propuestas educativas, y se puede formar tanta gente como se forma hoy aquí. Y para cerrar el circo es lo que es y lo  que hacemos con él.

¿Cómo me definiría y cuál es mi objetivo con el circo? Me defino como un artista, me defino como un artista de circo, me defino como malabarista, me defino como un acróbata, me defino como un productor de circo. Me defino como un apasionado de la vida, como un viajero, me defino como un facilitador de saberes, me defino como un educador y me defino con el nombre que me pusieron padres, Marco Paoletti.

Desde ahí entiendo que para definirme parte es mi mirada hacia mí, parte es la mirada de los otros y parte es el conjunto de mi mirada personal y la mirada de otros. Hay tres definiciones que hoy me convocan: como facilitador de experiencias, me parece muy hermosa, porque quiere decir que facilito una experiencia, y mediante la motricidad, una experiencia de autoconocimiento y transformación. Así es como me defino: “en proceso”, el proceso de estar apasionado por los saberes, por las experiencias, por las conexiones, por los vínculos, por las energías, por el movimiento y desde ahí es donde parte toda esta investigación de lo que hoy llamo “Teatro de búsqueda”. El teatro de búsqueda es más que encontrar, es buscar lo que le sucede al artista cuando está esa escena o cuando simplemente es mirado porque a veces puede no estar en escena. El teatro de búsqueda es la investigación del “hecho artístico”, de lo que sucede cuando sucede arte, cuando estamos haciendo arte, siendo el arte expresión. En la investigación del teatro de búsqueda se observa y analiza el vínculo entre el artista y el público y de lo que sucede después que sería, el eco artístico. El eco artístico es un concepto en el cual, de una performance, de un espectáculo, de un evento,  que es lo que le queda a una persona que lo fue a ver, que es lo que queda en el espacio y de qué forma resonamos artísticamente, que es lo que genera el arte.

Hoy teniendo estos tiempos esta hiperconexión entre todas y todos que es este metaverso, esta intranet, esta electricidad, estas ondas que nadie sabe bien cómo funcionan, sin embargo, todos la usamos. Desde ese lugar comenzar a ver lo intrínseco, lo propio, de esta propuesta de buscar y seguir buscando.

¿Cuál es mi objetivo con el circo? Mi objetivo con el circo hoy es poder legitimar el circo en Latinoamérica, que sea visto en la profundidad que tiene y la parte sanadora que hay en aprender algo. El circo, como toda práctica, necesita una técnica, un esfuerzo, un tiempo, dedicación, paciencia y perseverancia. El circo propone inclusividad como su propuesta más básica y cuanto hay en superar los propios miedos, en sentir empoderamiento y confianza.

Mi objetivo hoy con el circo es poder presentarlo de una manera atractiva, en un mundo muy vertiginoso, donde ya hay una conceptualización de lo que es el circo en el imaginario de un público general. Desde ahí poder nuevamente pasar una información y decir que hay muchos lenguajes posibles, muchas lecturas. Abrir nuevamente a poder experimentar lo hermoso que es vivir el circo. El circo tiene una parte lúdica, que es todo esto que yo llamo “motricidad lúdica” que es aprender jugando, hacer ejercicio jugando permitiendo el error como posibilidad de aprender. El acto gímnico es una presentación a la que se le otorga  un puntaje, el deporte es ganar/perder contra uno mismo, contra otro y/o en grupo. En cambio el arte no es una competencia, el arte es un compartir, es un vincularse y acá es donde para mi esta la parte de esta  investigación de decir: “Compartamos, hay algo especial con el acto gímnico cuando cuenta algo, cuando hay una dramaturgia; como lo hace el teatro acrobático, que es contar historias con un lenguaje acrobático, entonces desde poder entender que hay algo más, es cuando le sumamos las emociones  a algo que es un acto físico, que esa cuando podemos/queremos contar historias y sabemos que queremos contar. Ahí aparece todo este vínculo hermoso de la dramaturgia, de la puesta en escena, los vestuarios y esto también es propio de pensar al circo como un transmisor de mensaje, de pensar al circo como un arte que posee un lenguaje propio y está ahí entender el lenguaje de la hazaña, del virtuosismo. El virtuosismo por sí mismo, cuenta algo y el virtuosismo que quiere contar algo, cuenta mucho más.

¿Cómo veo al circo Latinoamericano? El circo latinoamericano lo veo dividido e incomunicado. Dividido porque, en necesidad cada uno puede cuidar su propio kiosco. En necesidad cada uno de nosotros podemos cuidar lo que tenemos antes de poder compartir. Lo veo incomunicado y dividido en cuanto a grandes territorios y poca propuesta a niveles de relacionar los países. Pocas propuestas de festivales latinoamericanos o internacionales dónde la continuidad y el movimiento son el secreto para que estos mismos puedan seguir en vigencia. Cada cambio de gestión gubernamental, en vez de tomar lo previo, deshizo lo anterior, para crear algo nuevo. Ahí es donde se rompe la continuidad, ahí es donde se rompe el movimiento, donde el privado más interesado que en propagar el arte y la cultura por sí misma deja de crecer con una voz propia y se transforma en eventos. Entonces el circo y su lenguaje se utilizan para la venta de distintos productos por su misma espectacularidad, pensando el privado en utilizar a los artistas y al circo y al no poder generar sus propios eventos. En el caso de generar sus propios eventos hay un color invisible a la lucha y resistencia de lo logrado como si hubiese algo que defender, demostrar y legitimar. Ahí es donde el circo por sí mismo pasa a ser algo “menor” dónde la voz propia siendo autogestora pasa a ser una voz propia alternativa.

Hoy hay un gran auge por la pedagogía circense, por el conocimiento de las tradiciones del circo y por sus valores y por sus saberes.  Me alegra mucho decir qué una de estas gestaciones es el libro “Pedagogías Circenses” del cual tengo el honor de poder ser parte donde hay nombres que son referentes hoy del circo argentino y hoy está la búsqueda de poder esparcirlo a este libro en Latinoamérica para que todos podamos seguir creciendo fractalicamente.

Mis proyectos actuales en Argentina, más que todo, varían día a día. Dentro de esas variaciones logró generar proyectos a largo y corto plazo que van desde ser productor de circo hasta coach de movimiento. Hoy sí me considero un malabarista más que nunca donde mantengo estos proyectos en movimiento que van mutando sin parar. Como ejemplo de esta semana: viernes fue la premiere de “Tu Huella C” con 2 funciones (que escribí la obra y la dirigí), después el mismo día “Las noches de Pilar” con temática tango con 16 artistas en escena; sábado coordinar 3 performances en “la noche de los museos” en el MACBA (museo de arte contemporáneo de Buenos Aires) con 14 bailarines; domingo una estación de “motricidad lúdica” donde se entregaron 800 pelotitas de malabares y se dio clases por 5 horas, martes presentar un número de rueda cyr en la milonga Paracultural, miércoles 2 funciones de mini-circo en el jardín Boomerang…

Eso hace ser director, escritor, creador, gestor, coordinador, artista, chofer, montar estructuras, hacer pagos, sacar seguros, etc… o sea te hace CIRQUERO.

A veces digo que más que artista acá se es un luchador, como que luchamos por el arte y morimos por él. Esperemos que las nuevas generaciones de circo encuentren un camino más transitado que el que nos tocó abrir a nosotros y puedan gozar de privilegios que hoy hay muchos, que estamos haciendo todo lo posible para que estén.

Feliz de todo lo que sucede y más que querer quejarme, es poder mostrar mi realidad en la cual hay que “hacer todo y de todo para después poder elegir”. Estuve viviendo 20 años fuera del país y hoy me sigo acostumbrando y aprendiendo de la energía que se necesita para mantenerse constantemente en disponibilidad para seguir creciendo en cada propuesta.

Hoy se están gestando 2 proyectos y si imagino un plano ideal para el año que viene:

El primer proyecto es dar talleres en escuelas primarias y jardines de infantes del libro “El pequeño malabarista” el cual di la idea para su escritura que es un libro para infancias escrito por Victoria Bayona con ilustraciones de Ana Topo donde cuenta la historia de un pequeño malabarista que quería que crezcan árboles en las nubes.

El segundo es continuar con la gestión de lograr una formación de formadores a nivel nacional de profesores de educación física en la introducción a las disciplinas circenses. Ya hemos hecho un gran paso con la NES (nueva escuela secundaria) en la cual hoy en las secundarias con orientación en educación física se puede enseñar malabares.

El tercero es llevar adelante mi performance que se llama 33:33 la cual es bastante conceptual y contemporánea en donde improviso con distintos objetos a una voz en off y en donde 33 artistas plásticos, pintan y dibujan lo que ven generando así un “eco artístico”

El 4 es llevar el circo a lugares nuevos dentro del país con las 2 obras que escribí y dirigí que se llaman ‘Recirco” y “Tu huella C”, ambas hablan sobre el cuidado del ambiente y tienen un mensaje de cuidar el planeta y ser más conscientes en nuestra responsabilidad como ciudadanos y seres humanos.

El circo es Cultura

Tomando como definición de cultura al conjunto de conocimientos, ideas, tradiciones y costumbres que caracterizan un pueblo, a una sociedad, a un grupo cultural entonces el circo es cultura. El circo es una cultura internacional, el circo es una tribu urbana internacional, el circo es una expresión cultural, el circo es una expresión artística multidisciplinaria, desde ahí parte este concepto del circo siendo cultura. Claramente que el circo es cultura.

Al haber sido un desarrollo dentro de la rama del entretenimiento, de la rama de las artes performáticas, de lo que es la rama de los espectáculos, siempre tuvo una identidad muy propia, hasta que pudo tener su propio lenguaje. Cuando el circo logra desarrollar un lenguaje propio, comienza a suceder que las mismas ramas del circo empiezan a tener sus propias personalidades, sus propias tribus urbanas, sus propios lenguajes. Por ejemplo los malabares en sí,  ya son un arte que puede estar separado del circo; el clown, el payaso de hospital que hoy trabaja en hospitales en vez de en carpas de circo, los aéreos en lo que hoy es la danza con arneses, el parkour como parte de las acrobacias de piso y muchas otras variantes.

Dentro de estas dinámicas el circo es una expresión cultural. Entonces el circo es cultura y sus propias ramas también lo son.

Pienso que el tiempo del circo es el que está viniendo, el que va a venir, porque el circo es algo inclusivo, algo que toma a todas y a todos.

La multidisciplinariedad permite una innovación en como ver las nuevas artes emergentes que puedan estar a la altura y que lo están como pueden ser la danza y el teatro.

¿Cuáles son mis proyectos futuros? Mis proyectos futuros, en relación al circo están siempre ligados a mi vida personal, porque el momento que decidí embarcarme en este mundo del circo, también tomé la decisión de que mi vida se convierta en una experiencia artística. Transitar en una forma libre y poder pensar a la vida, como el regalo más hermoso. El espacio que me toca hoy transitar, está vinculado también a lo que se va abriendo, qué es poder legitimar el circo en Latinoamérica, y también por otro lado ser el comunicador de los saberes y conocimientos del circo al público general. Seguir generando un entramado, tanto latinoamericano como internacional y para eso el paso que doy hoy es en Argentina.

Hay mucho por hacer con lindos grupos humanos, con puestas en escenas desafiantes con proyectos artísticos introspectivos con propuestas pedagógicas innovadoras hoy más que nunca veo el paso a paso de lo que es transitar caminos de consciencia más amplia. Antes veía que podía hacer una cosa a la vez o concentrarme en una cosa y eso ser una virtud, hoy siento que hacer muchas cosas y concentrarme en todas y en una separadamente y al mismo tiempo es una virtud también… En algún punto es aprender a conocerme.

¿Cuáles son mis intereses y pasiones? Me he apasionado por muchas disciplinas, saberes, experiencias muy diversas y con todas he ido con toda intensidad. Hoy mi inspiración son las personas que se despiertan a la mañana a trabajar, son los que hacen que sucedan los espectáculos, son los que hacen que el arte siga respirando… El mérito está claro en la parte del artista, del autoconocimiento, más hoy mis inspiraciones son los que son constantes los que pueden darle luz a los demás y disfrutar la alegría de los demás.

Antes de mis inspiraciones eran pintores desde Caspar David Friedrich cuando estuvo siete años investigando a las nubes para poder pintarlas en las montañas como lo fue la parte psicodélica de Salvador Dalí, como lo pueden ser músicos revolucionarios como Bob Marley, como puede ser Marco Polo con sus viajes, Gandhi con su revolución pacífica, el Dalai Lama en despertar de consciencia. Hoy más que nada mis respetos están dirigidos a la gente que trabaja de algo que le gusta y a la gente que va feliz al trabajo trabajando capaz de a lo que no le gusta.

La libertad me parece la condición las básicas de la vida y ser libre es ser responsable de nuestras acciones. Poder elegir lo que queremos hacer con nuestras vidas es una reflexión que merecemos hacernos cada vez que necesitamos. Hoy elijo estar donde estoy y seguir presentándome y con orgullo como un ARTISTA DE CIRCO.

 

Por: Marco Paoletti

 

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