Artes circenses y artes escénicas

El director escénico, intérprete y dramaterapeuta Domingo Ferrandis realiza en este artículo un análisis de la dramaturgia de las artes circenses y escénicas a través del montaje “Silencio” dirigido por él. El diálogo entre estos lenguajes escénicos le permiten representar la compleja mente de Emma, la protagonista de esta obra.

 

Por Domingo Ferrandis

 

El arte es la expresión más humana que se conoce, es la sublimación que eleva las pulsiones, deseos y sentimientos a lo más alto.

“El arte, esta mentira que nos ayuda a vivir la verdad” (Pablo Picasso, pintor).

¿Qué fue primero, los dones evolutivos como imaginar e imitar los que dieron origen al nacimiento del arte o fueron las manifestaciones humanas las que desarrollaron la imaginación y la mímesis?

Drama viene del griego drao, que significa “hacer” y teatro del griego theatron“un lugar para ver y mostrar”, por tanto, el teatro nace como un lugar donde se cuentan historias con personajes que las encarnan. Arte viene del latín ars(habilidad) y artís una raíz indoeuropeo que significa ajustar (artesano que ingenia). Arte quedó como un término a cualquier producción humana relacionada con la creativa artística.

 

Cuando hablamos de “teatro” nos referimos al espacio donde se representa ficción, puede ser un teatro, una carpa, una calle o cualquier otro lugar, y “artes escénicas” a los montajes artísticos cuyas disciplinas estén relacionadas con las artes vivas (teatro, música, pantomima, máscaras, danza, circo, etcétera), donde el cuerpo es movimiento. Las artes circenses estaban separadas hasta hace poco de las artes escénicas, tenían su propio espacio, itinerario y filosofía. Eso ha desaparecido, la artes escénicas han entrado en el circo y el circo ha entrado a los teatros.

 

 «Hay que dejar que cada cual se exprese según sus motivaciones internas» (Pina Bausch)

 

El teatro global es un término ya viejo, Wagner acudió a él para referirse al uso conjunto de diferentes disciplinas artística para contar una historia. Teatro global surge de la necesidad de comunicación entre las distintas disciplinas artísticas como un interés creciente en la relación con la sociedad en la que se gesta.

 

Las artes escénicas y circenses son retazos en el tiempo, un patchwork de antiguas tradiciones asiáticas, teatros populares occidentales, danzas ritualistas y folklores: retales entretejidos a las nuevas tendencias en un mismo cuerpo. Fusión de lo antiguo y lo nuevo, de lo técnico y lo orgánico, entre lo racional y lo emocional, entre lo animal y lo controlado. Espectáculos de contacto, en el que la relación entre los actores y el público es a la vez íntima y sorprendente, convincente y de confrontación, ritual y profana, mágica y misteriosa.

 

En los montajes actuales los directores nos beneficiamos de las diferentes artes, valorando cualquier elemento escénico que beneficie a la historia: movimiento, palabra, imágenes, pinturas, sonidos, iluminación y tecnología. Toda producción gravita alrededor de un eje central: las cuestiones humanas. Esto hace que los espectáculos no sean lineales y generen un gran impacto emocional.

 

Como director cuando escribí la historia “Silencio” (montaje escénico que analizaremos en este artículo) sobre la violación que sufre una chica en su adolescencia, la mezcla de diferentes disciplinas escénicas no estaban en mi cabeza, fue la propia historia y su personaje central Emma, la que me fue proponiendo los elementos a utilizar.

 

La obra Silencio trata sobre las secuelas mentales que le dejó la violación a Emma (la protagonista) en su adolescencia, al ser violada por un chico al que ella amaba. Ese impacto de terror partió las agujas de su reloj, parálisis del tiempo que hizo añicos su vida. La confianza dejó paso a la repugnancia, la culpa, la vergüenza, la nada… soledad.

 

Silencio, es el grito de Emma que emana al exterior como un géiser; súbito, fuerte, espontáneo… poniendo en el escenario su lucha particular por recuperar su presente. Se revive el episodio de la agresión sexual, se debate en un juicio social, pocas veces se visibiliza el destrozo que deja en el interior el abuso, ni el daño de la revictimización en los dominios de la mente, y casi nunca, se muestra el silencio que empuja al suicidio a la persona violada. Ahora bien ¿Cómo lo contamos? ¿Cómo ponemos en escena la mente de Emma? ¿Cómo representamos su lucha interna con sus pensamientos y sentimientos más tenebrosos? ¿Cómo escenificamos la violación, la tristeza, la depresión que la lleva hasta el suicidio? ¿Cómo mostramos la liberación, el perdón y el amor?

 

Desde el primer momento mi cerebro empezó a construir imágenes donde la danza y el circo eran protagonistas, la narrativa verbal solo quedaría en un monólogo final. La mente de Emma sería representada por dos bailarinas (Infancia y Adolescencia) y la propia Emma sería interpretada por una acróbata. La música sería otro elemento fundamental en los pasajes por donde transita nuestra protagonista, música paisajista para componer la partitura corporal y psíquica. Tanto Infancia como Adolescencia tendrían su propio leitmotiv musical, eso ayudaría al público a asociar un instrumento a un momento clave de la vida de Emma: Infancia (chelo) y Adolescencia (contrabajo). De igual modo, el sonido del reloj y del corazón están presentes en las partituras musicales como leitmotiv de la historia.

 

Los ensayos no serían cerrados, sino que iríamos componiendo cada coreografía a través de improvisaciones basadas en los pasajes que vive o experimentó Emma. Teniendo como arranque de la creatividad las sensaciones, emociones y situaciones de nuestra protagonista. Bailarinas, acróbata y compositor bajo la batuta del director escénico iban creando fotograma a fotograma la trama. En cada ensayo era más fácil proyectar fotogramas de manera rápida y sucesiva como un fenaquistiscopio. Al igual que el juguete óptico que reproduce el movimiento de una imagen, el movimiento nos permitió al grupo artístico examinar, mirar y sumergirnos en el universo de Emma conectado con sus más profundos sentimientos, y, al mismo tiempo, comprender lo que siente para generar el efecto óptico emocional adecuado en la percepción del público.

Los elementos teatrales utilizados para la puesta escénica han sido seleccionados con mucho tacto, mimando con delicadez el tema que se trata, jugando con la simbología y el distanciamiento. Donde las secuelas postraumáticas danzan en el universo de Emma. Una ambientación onírica lograda gracias a los elementos simbólicos como la Red Acróbata donde aparece atrapada Emma como un pez -presa de su propia red neuronal- el Trapecio, que la mece entre la cornisa del suicidio y su pasado, el Aro,la fantasía, el realismo mágico que evade a Emma de su habitación, o las Telas,una crisálida donde sucede la metamorfosis mental: renacimiento. Y en otras, de forma explícita; a través de Infancia y Adolescencia que visibilizan su mundo interior por medio de la danza contemporánea: el despertar de la carne, el placer, el horror, la tristeza y el miedo. Seres grotescos aparecen en la fatiga emocional de Emma encarnados por las bailarinas, son los pensamientos rumiantes que la empujan hacia el suicidio. La obra se desarrolla a través de sus sensaciones con un final basado en el amor propio.

La deformidad del recuerdo sobre el suceso traumático de Emma es representada con la danza macabra, un Vals circense a tres, tan plástico como tétrico el cual muestra esa memoria desfigura lo hechos de ayer y los convierte en sombras sin forma de hoy. Imágenes grotescas donde el monstruo es un hecho social o de una degradación moral. La fealdad a modo de contra-norma que se muestra como sociedad, o sea la contra-sociedad. Monstruos en la mente de Emma para representar la marginalidad silenciosa impuesta, el encarcelamiento en ella misma, que la oculta o mejor, la separa del mundo, de algo que ella no es la culpable, pero que la crítica social y la revictimización le hace dudar hasta de la verdad.

 

Esta es una historia dura, compleja con un giro inesperado hacia el amor, la autoempatia de Emma, la víctima, cuyos elementos escénicos nos permitieran jugar con esta realidad cubista, superposición de realidades múltiples según el ojo de quien mira, perspectiva particular de lo que se cree que se sabe de ella. Lo simbólico nos facilita la denuncia y la crítica social.

 

La historia cuenta el encierro de Emma en su propia habitación. Imaginaros un día iluminado por la alegría, y como esa felicidad en décimas de segundos se convierte en la peor de las tristezas, un súbito cambio producido por la persona a la que amas. Imaginaros el shock de ver al chico con quien ibas a disfrutar de tu primera relación sexual convertirse en un ser despreciable cuando escucha NO. Y lo peor, que no te crean, porque tú fuiste a su casa, porque no te resististe paralizada por el pánico. Un golpe psíquico que ancló a Emma a ese instante, condenándola a revivir una y otra vez esa imagen, viviendo suspendida en su vórtice, presa de pensamientos que la acosan una y otra vez sin poder tener ningún control sobre ellos.

 

La habitación es una metáfora de su encierro particular renunciando al amor, a nuevas experiencias, a la vida. Hablamos de sexualidad y de afecto: donde antes habitaba el placer ahora solo existe un vacío de soledad. El grito de Emma se silenció, por miedo a las burlas, al cotilleo obsceno, a ser carnaza de tertulias televisivos ya pactadas, bandos enzarzados en broncas competitivas con afán protagonista, entre los que la defienden y le culpan de la violación; donde todo el mundo opina de un hecho en el que nadie estuvo allí.

Silencio montaje escénico

1 parte: Coreografía dividida en tres partes: despertar sexual; masturbación simbólica; y orgasmo.

Contar a través de la danza contemporánea la primera menstruación, el cambio a mujer, el despertar sexual, la masturbación y el orgasmo desde lo simbólico no era nada fácil. Dividimos la coreo en tres partes tanto la danza como la música. Primera, utilizamos las manos como protagonistas, la caricia entre los dedos de Adolescencia a Infancia que la introduce en el conocimiento del cuerpo como objeto de placer. Un juego inocente que da paso a la liberación sensual. Segunda, danza ingrávida con movimientos etéreos donde ya Inocencia se siente libre para descubrir: danza simétrica a dos. Y tercera, danza expansiva con movimientos grandes y ligeros que se van cerrando como una óptica a un foco, rítmico, staccato, vibraciones de placer hasta llegar a un bucle repetitivo de movimientos que transita por la zonas erógenas del cuerpo hasta focalizarse solo en la zona sexual. Ritmo en un in crescendo tanto en el movimento como en la música hasta alcanzar el orgasmo.

 

Era muy importante representar el gozo y el cariño para después escenificar el abismo de dolor donde antes habitaba el placer.

 

  1. La violación. Al llegar a casa del chico parece que todo va ir muy bien, enseguida él comienza a acariciarla entre sus piernas, Emma se asusta un poco por el ímpetu del chico y se tira hacia atrás, le dice: -no, muy dulcemente-, pero él lo traduce: -debo llevar la iniciativa-. La seducción se convierte en acoso y el tocamiento se vuelve más tosco. Emma intenta separarlo pero no lo logra, acto seguido el pánico la paraliza. La danza es representada por un trabajo de quietud, todo el cuerpo se queda bloqueado menos un pie que se mueve como si alguien le tirara de él. Mientras Infancia sale corriendo presa de terror. Esta pérdida de la inocencia es representada con la eliminación del Sambori por Infancia enérgicamente, en un estado de paranoia, mientras Adolescencia sigue siendo violada.  La escena se rompe cuando el chico termina de violarla.

 

  1. Parte. En el momento que es liberada Adolescencia (figurativo) sale como si fuera un ente envuelto en terror a buscar a Infancia y se fusionan de nuevo en un abrazo. Este choque rompe el tiempo, separando los recuerdos Infancia y Adolescencia como si la química del amor separara sus elementos. Estos es representado con una danza contact de amor y odio. La lucha de la dualidad universal. Danza contac en bucle con dos acciones principales: caricias y golpes, representan la paradoja del cariño y el asco, la dualidad del amor y el odio que acerca a Emma al suicidioCuando parece que todo va bien, cuando cree que vas a salir de la crisis, de nuevo aparecen las imágenes del trauma, reapareciendo la tristeza, la culpa, la ira hacia una misma.
  1. Mientras sucede la coreografía de contact entre Inocencia y Adolescencia comienza a aparecer muy lentamente en escena un Red  suspendida y oculta en el peine del teatro. Cuando la Red se hace más presente en escena comienza las acrobacias, Emma se mueve con espasmos como un pez atrapado en la pesca hasta caer en la cama, al tocar las sábanas se esconde debajo de la colcha. La danza contact en bucle de amor-odio muestra esos pensamientos rumiantes que atrapan a Emma que lucha por escapar en el baile acróbata dentro de la red de pesca -su porpia red neuronal donde vive atrapada.
  1. Parte. Debajo de la colcha se esconde el Aro. Cambia la música angustiosa a una caja de música de carrusel. El Aro simboliza el mundo onírico de la fantasía, su único escape de su habitación. Se siente protegida en el país mágico paralelo que se ha creado, pero al final la mente débil ante sus propios miedos es capturada por sus Sombras. De nuevo no puedes escapar de la realidad y cae a la cama..

 

  1. Las Sombras convertidas en Entes sin forma (las bailarinas visten telas negras sin formas) recorren el escenario a oscuras hasta que atrapan a Emma. Escena representada con la Danza macabra: Vals del suicidio a tres con elementos circenses. Coreografía fúnebre para visibilizar una tristeza tan honda que la lleva a la muerte.
  1. La cornisa del suicidio es representado por el Trapecio, un columpio que mece a Emma entre el ayer y el hoy. Justo cuando va a saltar al vacío decide luchar. Necesita vislumbrar el ayer para cerrar el pasado y aceptar el hoy. El trapecio nos lleva al pasado, subida en él su mente proyecta aquel fatídico día. El episodio traumático es puesto en escena por dos piezas de danza. Primera, interpretada por Infancia -ballet es clásico- encarna una especie de Giselle; representa la ingenuidad y el romanticismo. La segunda, interpretada por Adolescencia que aparece elegante, bonita, deja entre ver un cuerpo que grita amor y alegría -plena efervescencia sexual taponada por el egoísmo de otra persona-. El baile de Adolescencia es sensual en un principio, luego roto y finalmente histriónico.Tres ciclos que refleja la felicidad con la pareja, el cambio en el abuso y el terror durante la violación. Primera, la escena es danzada por Infancia, su ballet es clásico, encarna una especie de Giselle; representa la ingenuidad y el romanticismo. La segunda parte es representa por Adolescencia que aparece elegante, bonita, un cuerpo que grita amor y placer. Plena efervescencia taponadas por el egoísmo de otra persona. Su danza contemporánea es sexual, luego rota y termina histriónica; representa la pareja, abuso y la violación.

Es cuando Emma baja del Trapecio para cobijar las dos partes que confeccionan su ser. s ahí cuando es consciente de que no fue la culpable.

 

  1. Al enfrentarse al episodio Emma desempolva su vitalidad que la impulsa al soltar el pasado. Esta escena se representa con el renacimiento, con el elemento de la Tela, suspendida y oculta en el peine del teatro. Emma renace de su corazón y se presenta al público como Venus, la diosa del amor, la belleza y la fertilidad. De nuevo las caricias vuelven a la casa del cuerpo.

 

  1. Parte. Aparecen en escena Infancia y Adolescencia ya liberadas de la depresión, sus danzas son enérgicas, mientras Emma abre la extremidades de su cuerpo en un figura acrobática que refleja la imagen de heroína. De nuevo el agua del amor corre transparente, libre , y el aire puro, vuelve a refrescar su felicidad. La percusión y los instrumentos de viento se mezclan en la sublimación, es cuando Emma sale de la crisálida -la Tela- Y ya en el suelo junto a Infancia y Adolescencia recitan un monólogo al unísono coreografiado con gestos totalmente sincronizado entre las tres.

Una vez finalizado el monólogo, Emma baja del escenario y camina por el pasillo de la sala, a mitad se gira hacia Infancia y Adolescencia para mirarlas y sonreírles, ellas desaparecen en un oscuro. Emma vuelve a mirar enfrente, sonriente, fuerte, llena de vida sale del teatro corriendo.

 

 

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